La lechuga crece rápidamente y es la base de muchos platos, por lo que no es de extrañar que muchos veraneantes intenten cultivarla.
Sin embargo, uno de los problemas que enfrentan los jardineros es el desagradable amargor de las hojas. Por eso, vale la pena descubrir cómo cultivar lechuga para que sus hojas no se vuelvan amargas.
La experta de la publicación online BelNovosti Anastasia Kovrizhnykh , agrónoma y paisajista, nos explicó cómo actuar correctamente en tal situación.
Algunas variedades de lechuga son menos propensas a desarrollar un sabor amargo. Las variedades más populares incluyen:
1) "Lollo Rossa";
2) "Batavia";
3) "Iceberg".
Se consideran más resistentes al sabor amargo. Sin embargo, a la hora de elegirlos, en cualquier caso, conviene tener en cuenta los factores climáticos y las características de cultivo.
La lechuga prefiere el clima fresco y puede volverse amarga si las temperaturas son demasiado altas. La mejor época para plantar lechuga es la primavera y el otoño, cuando la temperatura del aire oscila entre los 15 y los 20 grados centígrados.
Si quieres cultivarla en verano, es importante crear las condiciones para que la lechuga esté a la sombra. La luz solar directa hará que las hojas se vuelvan amargas.
La lechuga necesita humedad constante del suelo, especialmente durante los períodos calurosos. En este caso, vale la pena ser racional.
Si hay demasiada humedad, el sistema de raíces de la lechuga puede comenzar a pudrirse y esto también afectará negativamente el sabor.
Una dieta equilibrada es la clave para una ensalada deliciosa. La falta de nitrógeno puede provocar un crecimiento lento y un sabor amargo. Además, no te olvides del fósforo y el potasio. Lo mejor es aplicar fertilizantes complejos.
La lechuga crece rápidamente y la cosecha oportuna es un factor importante para prevenir el amargor. Las hojas demasiado maduras pueden volverse amargas y duras.
Es importante retirar las hojas de lechuga en cuanto alcancen el tamaño deseado. Las hojas tiernas suelen ser más tiernas y sabrosas.
Cubrir el suelo con mantillo ayuda a retener la humedad y mantener una temperatura estable, lo cual es especialmente importante durante los períodos calurosos. Para el mantillo, es mejor utilizar recortes de césped o paja.
Cultivar lechuga con determinadas plantas puede ayudar a mejorar su sabor. Los vecinos ideales para la ensalada incluyen:
1) cebolla;
2) ajo;
3) caléndulas.
Pueden repeler plagas y mejorar el suelo, creando condiciones más favorables para el crecimiento de la lechuga.
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