Al plantar tubérculos de papa y plántulas de tomate en camas de tierra abiertas y cerradas, los jardineros experimentados agregan varios rellenos útiles.
Esto se hace para crear condiciones favorables para el desarrollo del sistema de raíces de la planta y proporcionar a las plántulas una nutrición adecuada.
Anastasia Kovrizhnykh , experta de la publicación online BelNovosti, agrónoma y paisajista, nos explicó qué hacer en este caso.
Las cáscaras de cebolla y ajo, cuidadosamente recolectadas durante el invierno, se utilizan activamente como relleno útil al plantar muchos cultivos.
Las cáscaras de cebolla contienen minerales y microelementos, fitoncidas y bioflavonoides, aceites esenciales y quercetinas que están biodisponibles para el sistema radicular de todas las plantas.
Agregar cáscaras de cebolla de todas las variedades en los hoyos de plantación proporciona efectivamente a las plántulas una nutrición de alta calidad.
Este relleno, presente en la capa de la raíz, es una poderosa defensa contra las plagas del suelo, incluidos los gusanos de alambre, los escarabajos clic y los nematodos.
El fondo de cada hoyo de plantación debe cubrirse con un puñado de cáscaras de cebolla y ajo machacadas en las manos.
Los tubérculos de papa germinados se colocan directamente sobre la capa de cáscara.
Cuando se utiliza material de siembra no probado, es aconsejable desinfectar primero los tubérculos con fungicidas potentes, por ejemplo, "Maxim" o "Potato Dressing Agent".
Se recomienda agregar un puñado de cáscaras de cebolla y vermicompost a cada hoyo de plantación de tomates.
Los rellenos se mezclan parcialmente con el suelo, después de lo cual se plantan los arbustos de tomate.
La infusión de cáscara de cebolla se utiliza activamente durante el crecimiento y desarrollo de tomates y patatas, especialmente en la primera etapa de la temporada de crecimiento.
Los tratamientos regulares con esta solución no solo mejoran la nutrición mineral de las plántulas, sino que también las protegen de fitopatógenos y plagas, incluidos pulgones y moscas blancas.
Los extractos acuosos de cebolla se utilizan para rociar las plántulas de tomate una vez cada 2 semanas. El riego de las hojas también se realiza después de plantar plántulas de tomate en un lugar permanente.
Los tratamientos foliares se realizan cada 10 días después de la aparición de brotes masivos de papa.
Para preparar un producto fungicida y nutricional eficaz, basta con verter 100 g de pieles de cebolla y ajo con un litro de agua hirviendo y dejar reposar durante 10-14 horas a temperatura ambiente.
El líquido colado se vierte en una botella rociadora manual. La pulverización se realiza sobre las hojas durante los periodos de menor actividad solar.
Según los jardineros, la alimentación foliar sistemática de tomates y patatas con infusión de cáscara de cebolla ayuda a aumentar el rendimiento de hortalizas en un 10-12%.
¡Que tengas una buena cosecha!
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