Los jardineros experimentados siempre plantan caléndulas y tomates en el mismo lecho o cerca.
Anastasia Kovrizhnykh, experta de la publicación online Belnovosti, agrónoma y paisajista, explica lo que esto aporta.
En primer lugar, las caléndulas protegen los tomates de una plaga tan peligrosa como los nematodos.
En segundo lugar, las caléndulas atraen insectos beneficiosos: abejas, avispas, mariposas y polillas.
Las caléndulas se pueden plantar directamente sobre el lecho de tomates. La distancia entre las flores y los tomates debe ser de 40 a 60 centímetros.
A medida que crecen las caléndulas, es necesario aclararlas, dejando hasta cuatro o cinco plantas alrededor de cada arbusto de tomate.
Pode las caléndulas con regularidad para ayudar a prolongar la floración.
Anteriormente, el experto dijo si vale la pena plantar plántulas de cultivos frutales en primavera.