Al final del invierno, muchos veraneantes comienzan a plantar semillas de tomate para, en unos pocos meses, obtener plántulas fuertes que puedan plantarse de forma segura en campo abierto.
Al mismo tiempo, muchos intentan utilizar fertilizantes adicionales para mantener las plantas fuertes y saludables.
Para hacer esto, incluso antes de plantar las semillas, es necesario poner fertilizante en cada hoyo.
En este caso, es mejor utilizar un producto natural y seguro.
Estamos hablando de pieles de cebolla.
Basta con añadir un puñado a cada hoyo.
Este producto contiene muchas vitaminas y microelementos que las plantas jóvenes necesitan para un mejor desarrollo. Además, la cáscara puede proteger contra enfermedades que pueden destruir las plántulas y privar la cosecha en el futuro.
Pero las ventajas de este tipo de fertilizante no terminan ahí. El hecho es que dicha alimentación brinda protección contra ciertas plagas.
Anteriormente te contamos cómo salvar plántulas frágiles.