Para que las fresas sobrevivan bien el invierno y produzcan una cosecha abundante el próximo año, es necesario fertilizarlas adecuadamente en el otoño.
En este artículo aprenderás cómo alimentar fresas a principios de otoño para mantenerlas sanas y fuertes.
En otoño, las fresas forman activamente nuevos brotes, raíces y botones florales, que se desarrollarán el próximo año.
Para ello necesita suficientes nutrientes, que recibe del suelo. Si el suelo es pobre o está agotado, las fresas serán débiles, menos resistentes a enfermedades y plagas, y además producirán pocas bayas.
Por eso, es importante abonar las fresas en otoño para proporcionarles todo lo necesario para un crecimiento y desarrollo normal.
Para fertilizar fresas en otoño, lo mejor es un fertilizante mineral complejo que contenga nitrógeno, fósforo, potasio y microelementos.
Este fertilizante se puede comprar en tiendas especializadas o elaborarlo usted mismo a partir de los ingredientes disponibles.
Por ejemplo, puedes mezclar 10 litros de agua con 1 cucharada de superfosfato, 1 cucharadita de sal de potasio y 1 cucharadita de permanganato de potasio.
Esta solución se debe verter debajo de la raíz de cada arbusto de fresa en una cantidad de 0,5 a 1 litro.
Esto debe hacerse a principios de otoño, cuando la temperatura del suelo aún no haya bajado de los 10 grados.