La lucha contra las enfermedades fúngicas de los árboles frutales es un proceso complejo.
Todo veraneante quiere evitar las actividades relevantes sin perder la cosecha.
Y este resultado es bastante alcanzable. Basta con realizar un sencillo procedimiento de resorte.
Lo más interesante es que las plantas no necesitan ser tratadas con medicamentos costosos.
Un producto barato que casi todas las amas de casa tienen en cantidades suficientes puede actuar como medida preventiva.
Anastasia Kovrizhnykh, experta de la publicación en línea BelNovosti, agrónoma y paisajista, compartió un interesante truco de dacha.
Resulta que la sal de mesa más común puede convertirse fácilmente en un agente antimicótico.
Basta con añadirlo al agua y obtendrás un líquido cuyas gotas conviene rociar sobre los árboles del jardín. La solución debería ser bastante contundente.
El procedimiento debe completarse antes de que se abran los cogollos.
Anteriormente, a los residentes de verano se les informó sobre los errores comunes que les impiden cultivar plántulas.