Las grosellas no sólo son una baya sabrosa y aromática, sino también una valiosa fuente de vitaminas y microelementos.
Las grosellas pueden crecer en un lugar hasta por 10 años, generando una cosecha abundante cada año. Pero para lograr ese resultado, es necesario cuidar adecuadamente los arbustos de grosella y seguir algunos secretos.
Veamos los consejos de un experto de la publicación online Belnovosti y de la agrónoma Anastasia Kovrizhnykh.
A las grosellas les encantan las zonas soleadas y protegidas con suelos sueltos y fértiles. Evite los lugares sombreados y estancados, ya que esto puede provocar el desarrollo de enfermedades y plagas.
Es mejor plantar grosellas en otoño, a finales de septiembre o principios de octubre. Esto le dará tiempo a la planta para echar raíces y adaptarse a las nuevas condiciones antes del invierno. Cuando se plantan en primavera, las grosellas pueden enraizar mal y no florecer durante mucho tiempo.
Antes de plantar, se debe excavar el suelo a una profundidad de 25 a 30 cm, eliminando malezas y piedras. Agregue de 5 a 10 kg de fertilizantes orgánicos (compost, humus, turba) y de 30 a 40 g de fertilizantes minerales (superfosfato, sal de potasio, nitrato de amonio) en cada hoyo.
También es útil agregar 1-2 cucharadas. cucharadas de ceniza de madera o 1 cucharadita de cáscaras de huevo trituradas, que contienen calcio y magnesio para la formación de tallos fuertes y frutos sanos.
Elija plántulas sanas y fuertes con un sistema de raíces bien desarrollado. Recorte las raíces dañadas o demasiado largas a 15-20 cm.
Sumerge las raíces en agua con 1 cucharadita de miel o azúcar para estimular su crecimiento. Plante las plántulas a una profundidad de 5 a 7 cm desde el nivel del suelo, extendiendo las raíces en diferentes direcciones. Llena el hoyo con tierra, compáctalo y riégalo con agua tibia.
Las grosellas necesitan riego regular, especialmente durante la floración y fructificación. Riega las plantas por la mañana o por la noche, evitando que el agua entre en contacto con las hojas y las bayas. Después de regar, afloje la tierra y elimine las malas hierbas.
Fertilice las grosellas 2-3 veces por temporada: en primavera antes de la floración, en verano después de la cosecha y en otoño antes de cubrirlas para el invierno. Para la alimentación se utilizan fertilizantes orgánicos y minerales, alternándolos entre sí.
Proteja las grosellas de enfermedades y plagas realizando inspecciones preventivas y fumigaciones. Para ello, puede utilizar remedios tanto químicos como caseros (por ejemplo, infusión de ajo, tabaco, cebolla, agujas de pino, etc.).
Realice la poda de grosellas en otoño o principios de primavera, eliminando los brotes viejos, débiles y dañados. Deje de 10 a 15 ramas fuertes de diferentes edades (de 1 a 5 años) en el arbusto. También pellizque la parte superior de los brotes jóvenes para estimular el desarrollo de las ramas laterales.
Anteriormente escribimos sobre cómo proteger los árboles del jardín de las liebres.