Las cebollas son uno de los cultivos más cultivados entre jardineros y jardineros.
Sin embargo, para obtener una cosecha abundante y mantener su calidad, es necesaria una alimentación adecuada.
Hoy aprenderá qué errores evitar al alimentar con cebollas y cómo elegir los fertilizantes adecuados.
Prestemos atención a lo que piensa al respecto Anastasia Kovrizhnykh, experta de la publicación en línea Belnovosti y agrónoma.
La selección incorrecta de fertilizantes y su aplicación incorrecta pueden afectar negativamente el desarrollo de las cebollas.
La sobresaturación del suelo con fertilizantes nitrogenados puede provocar un mayor crecimiento de la parte verde de la planta y una disminución del tamaño de los bulbos.
Los bulbos se vuelven más pequeños y menos aptos para el almacenamiento. Además, el alto contenido de cloro en los fertilizantes puede afectar negativamente el crecimiento y la calidad de las cebollas.
Uno de los fertilizantes que no se recomienda utilizar cuando se alimentan con cebollas es la materia orgánica. La aplicación de fertilizantes orgánicos durante la temporada de crecimiento puede provocar un crecimiento excesivo de masa verde e inhibir la formación de bulbos. Tampoco se recomienda el uso de levadura, que promueve el crecimiento intensivo de las verduras, pero reduce el desarrollo de los bulbos.
Al elegir fertilizantes para cebollas, es necesario tener en cuenta la composición del suelo, su acidez y el estado de las plantas. Uno de los fertilizantes recomendados es el amoniaco. Promueve el crecimiento intensivo y mejora la calidad de las cebollas.
También puede utilizar mezclas minerales universales, que contienen todas las sustancias necesarias para el crecimiento y desarrollo favorable de las cebollas.
En lugar de utilizar fertilizantes químicos, puede prestar atención a métodos alternativos de alimentación de cebollas. Por ejemplo, puede utilizar humus, que contiene sustancias orgánicas y microelementos necesarios para el crecimiento de las plantas.
Anteriormente escribimos sobre cómo deshacernos de babosas y pulgones.