Aerosol de peróxido de hidrógeno. Esto permitirá hacer frente a la pudrición de las raíces afectadas por hongos o bacterias.
Riego desde abajo. Esto permitirá que la humedad llegue más rápido a las raíces.
Canela. Previene el desarrollo de moho y hongos si el patógeno se desarrolla en el suelo. Puedes preparar una solución con canela, simplemente agrégala al agua.
Polvo. Impide que la luz del sol llegue a las hojas.
Trasplantar a otra maceta. En ocasiones la maceta no es adecuada para la planta por tamaño u otro motivo.
Anteriormente escribimos sobre cómo cuidar los ficus en invierno.