Las frambuesas pueden crecer en un solo lugar hasta por 10 años. Sin embargo, para obtener una buena cosecha cada año, es necesario cuidar adecuadamente los arbustos de frambuesa durante toda la temporada.
El cuidado de las frambuesas es especialmente importante en primavera, cuando las plantas se despiertan después del invierno y comienzan a crecer activamente. Hoy aprenderás lo que no debes hacer con los frambuesos en primavera, para no dañarlos y no perder la cosecha.
Anastasia Kovrizhnykh, experta de la publicación en línea BelNovosti, agrónoma y paisajista, explicó cómo no perder la cosecha de frambuesas.
A las frambuesas les encanta la humedad, especialmente durante la floración y la fructificación. Por lo tanto, no permita que se seque la tierra debajo de los arbustos. Riega las frambuesas con regularidad y generosidad, pero no las riegues en exceso.
Lo mejor es regar las frambuesas desde la raíz o mediante un sistema de riego por goteo. Utilice para el riego agua limpia, sin cloro, a temperatura ambiente.
Las frambuesas necesitan nutrición para crecer y dar buenos frutos. La primera alimentación se realiza a principios de primavera, cuando aparecen las primeras hojas. Para hacer esto, puede utilizar fertilizantes complejos que contengan nitrógeno u orgánicos (por ejemplo, humus o una solución de estiércol de pollo).
La segunda alimentación se realiza durante la floración, utilizando fertilizantes de fósforo y potasio o una solución de ácido succínico. La tercera alimentación se realiza después de la cosecha, agregando ceniza o superfosfato debajo de los arbustos.
La poda de frambuesas es un procedimiento necesario que ayuda a renovar los arbustos, formar brotes frutales y prevenir enfermedades y plagas. Las frambuesas se podan dos veces al año: en otoño y primavera.
La poda de otoño implica eliminar todos los brotes que den fruto este año.
La poda de primavera consiste en eliminar los brotes débiles, congelados, dañados y excesivamente engrosados. También es necesario pellizcar la parte superior de los brotes de fruta entre 10 y 15 cm para un mejor desarrollo de las ramas laterales.
Cubrir el suelo debajo de los arbustos de frambuesa es una forma eficaz de retener la humedad, prevenir el crecimiento de malezas, proteger las raíces de los cambios de temperatura y enriquecer el suelo con materia orgánica.
Para el acolchado, puede utilizar turba, compost, paja, aserrín u otros materiales disponibles. La capa de mantillo debe ser lo suficientemente gruesa (10-15 cm), pero no demasiado densa para no alterar la permeabilidad del suelo al aire.
Las frambuesas son susceptibles a diversas enfermedades y ataques de insectos, que pueden causar graves daños o incluso destruir el cultivo. Por lo tanto, es necesario realizar fumigaciones preventivas y terapéuticas de los arbustos con preparaciones especiales.
En primavera, es recomendable tratar las frambuesas antes de que se abran los cogollos para eliminar la antracnosis, la mancha blanca y los ácaros con una solución de sulfato de hierro (100 g por 10 litros de agua) o caldo bordelés (100 g por 10 litros de agua).
Durante el período de floración, las frambuesas se pueden rociar con preparaciones biológicas (por ejemplo, fitosporina o bactofit) contra la podredumbre gris y el oidio. Después de la cosecha, se puede repetir el tratamiento con sulfato de hierro o caldo bordelés.
¡Siguiendo estas sencillas reglas, podrás cultivar frambuesas sanas y fructíferas en tu jardín!