En otoño, muchos veraneantes descubren numerosas frutas en el jardín bajo los árboles.
La recolección de tales frutos se llama "carroña".
El motivo de la caída de la fruta no siempre es el fuerte viento.
A menudo los frutos acaban en el suelo porque el árbol ha encontrado algún tipo de enfermedad.
En este caso, el estado de los fetos tampoco puede considerarse normal. Sin embargo, algunos propietarios de áreas suburbanas todavía deciden utilizar dicha carroña.
Anastasia Kovrizhnykh, experta de la publicación online BelNovosti, agrónoma y paisajista, nombró dos acciones peligrosas y, lamentablemente, muy comunes con frutas podridas.
Muchos residentes de verano simplemente dejan esas frutas debajo de los árboles.
No hagas esto bajo ninguna circunstancia. No es necesario suponer que los patógenos morirán durante el invierno.
Lo más probable es que la mala carroña siga siendo una fuente de enfermedad. No le pasará nada bueno al suelo ni a las plantas leñosas. Los problemas se harán sentir en primavera.
Algunos jardineros aficionados ponen carroña en abono sin siquiera comprobar el estado del fruto.
Este es un descuido muy grave. Lo más probable es que las frutas podridas o enfermas estropeen el fertilizante orgánico.
Descubrimos que es imposible dejar esas frutas en el suelo y enviarlas al pozo de abono.
Pero entonces ¿qué hacer con estas frutas? La respuesta es simple: es mejor enterrar la carroña lejos de la zona suburbana, a una profundidad de al menos medio metro.