Thuja se distingue por su alta resistencia a las heladas, su efecto decorativo y su aroma. Sin embargo, a veces la thuja puede comenzar a secarse y perder su atractivo aspecto. ¿Qué hacer en este caso y cómo salvar la planta?
Hay varias razones por las que la tuya puede secarse.
Atención incorrecta. Thuja necesita riego regular, especialmente en épocas calurosas y secas. Además, requiere alimentación, poda y protección del sol y el viento.
Enfermedades y plagas. Thuja puede sufrir enfermedades fúngicas, bacterianas y virales, así como ataques de insectos, roedores y pájaros. Entre los más peligrosos para la tuya se encuentran la pudrición de la raíz, los pulgones, las cochinillas y las polillas.
Condiciones desfavorables. Es posible que Thuja no tolere los cambios bruscos de temperatura, la salinidad del suelo y la contaminación del aire y el agua.
Thuja también puede resultar dañada por las heladas y la nieve.
Si notas que tu thuja ha comenzado a secarse, no te desesperes. Hay varias formas de ayudarle a salvar su planta.
Determine la causa de la desecación y elimínela. Comprueba si la thuya tiene suficiente agua, luz, nutrición y protección. Incrementar el riego, fertilización, poda o cobertura según sea necesario.
Trate la thuja contra enfermedades y plagas. Para ello, utilice preparaciones especiales que se pueden comprar en centros de jardinería o farmacias. Siga las instrucciones de uso y dosificación. Repetir el tratamiento varias veces a intervalos de 10 a 14 días.
Trasplanta la thuja a otro lugar. Si sospecha que la causa de la desecación son las condiciones desfavorables, es mejor trasplantar la thuja a un lugar más adecuado. Elija un sitio con suelo suelto, fértil y bien drenado. Evite zonas con sombra, humedad estancada o vientos fuertes.
De esta forma podrás salvar tu thuja y disfrutar de su belleza y aroma.