La rapidez con la que los dientes echan raíces y, en consecuencia, echan raíces, determina cómo el ajo pasará el invierno y posteriormente crecerá.
Para que este proceso sea más rápido y eficiente, los jardineros experimentados utilizan una solución especial (no una, sino dos), en la que se empapa el material de siembra.
El primer procedimiento se lleva a cabo para desinfectar los dientes de ajo; esta es la única forma de obtener material saludable para plantar.
La segunda solución es de naturaleza estimulante y es necesaria para que el sistema radicular crezca bien.
Entonces, el plan de acción es el siguiente: primero, remojar el ajo en una solución de permanganato de potasio al 1% durante 20 minutos.
Después de eso, es necesario verter un vaso de ceniza de madera con un litro de agua caliente y dejar reposar durante 3 horas.
Ahora se puede verter el agua en un recipiente. Proceda de tal manera que el sedimento que cae al fondo permanezca en el frasco; ya no lo necesitará.
Coloca el ajo en un bol con infusión durante 12 horas y luego podrás plantarlo de forma segura en el jardín.