Si nota que las flechas de ajo sin cortar se han enderezado, las inflorescencias han estallado, las 3 hojas inferiores se han vuelto amarillas y secas y el cuello de las plantas se ha ablandado, entonces es hora de desenterrar el ajo.
Sin embargo, sacar la cosecha del suelo a tiempo sigue siendo la mitad de la batalla. Es igualmente importante prepararlo para el almacenamiento para que los suministros duren el mayor tiempo posible.
Para empezar, conviene meter los ajos excavados en cajas, que deben tener agujeros, y llevarlos a la sombra.
No es necesario apresurarse a cortar las hojas: muchos jardineros están seguros de que la transición de nutrientes de la parte aérea a la subterránea aún no está completa y continúa incluso después de excavar.
El proceso de secado, por cierto, no difiere en velocidad y normalmente debería durar entre 3 y 4 semanas. Durante este tiempo, las placas de las hojas se secarán y aclararán.
Después de esto, se pueden cortar los tallos, dejando solo 3-4 cm.
También es necesario podar las raíces. Al igual que las “puntas”, no se deben cortar hasta el suelo, por lo que conviene dejar unos 2-4 mm.
Después de recortarlo, deja el ajo a la sombra unos días más para que estos lugares se sequen, luego de lo cual puedes transferir la verdura a bolsas de papel y guardarla en un lugar fresco.