Para obtener una buena cosecha de frambuesas, es necesario saber cómo cuidar adecuadamente los arbustos de frambuesa y evitar errores comunes.
Las frambuesas aman el sol y el calor. Si plantas frambuesas a la sombra, crecerán, florecerán y darán malos frutos.
También a la sombra, las frambuesas se vuelven más susceptibles a enfermedades y plagas. Por lo tanto, elija un lugar abierto y soleado para las frambuesas, donde reciban suficiente luz y calor.
La poda de frambuesas es un proceso importante que contribuye a la renovación de los arbustos, la formación de brotes y un aumento del rendimiento.
Si no podas las frambuesas, crecerán demasiado con ramas adicionales que se darán sombra entre sí y competirán por el alimento. Además, las frambuesas sin podar se vuelven más frágiles y quebradizas bajo el peso de las bayas. Por eso, poda las frambuesas cada año, eliminando los brotes viejos y débiles y dejando los fuertes y sanos.
Alimentar a las frambuesas es otra forma de mejorar su crecimiento y fructificación.
Las frambuesas necesitan nutrientes, especialmente nitrógeno, fósforo y potasio. Si no alimentas a tus frambuesas, se verán pálidas y débiles, y sus bayas serán pequeñas y sin sabor. Por lo tanto, alimente las frambuesas varias veces por temporada utilizando fertilizantes orgánicos o minerales.
Regar las frambuesas es un procedimiento necesario que les proporciona humedad y oxígeno.
A las frambuesas no les gusta la sequía ni el suelo seco. Si no riegas tus frambuesas, sufrirán sed y estrés, y sus bayas estarán secas y duras. Por lo tanto, riegue las frambuesas con regularidad y abundancia, especialmente en climas cálidos y durante el período de floración y fructificación.
Si desea obtener una cosecha de frambuesas abundante y de alta calidad, no cometa estos errores: no plante frambuesas a la sombra, no olvide podarlas, alimentarlas y regarlas.