Para que las rosas te deleiten con su floración y salud, debes elegir los vecinos adecuados para ellas.
La lavanda es una planta aromática y ornamental que combina bien con las rosas. La lavanda ayuda a repeler plagas como pulgones, oídio, arañas rojas y otras.
Además, la lavanda atrae insectos beneficiosos como las abejas y las mariposas, que polinizan las rosas.
La lavanda prefiere lugares soleados y suelos bien drenados. Es mejor plantar lavanda a una distancia de 30 a 40 cm de las rosas para no darles sombra.
El clavel es una flor brillante y perenne que también es adecuada para la proximidad a las rosas.
Los clavos tienen propiedades antisépticas y protegen las rosas de enfermedades fúngicas como la mancha negra, la podredumbre gris y otras.
Además, los claveles crean un hermoso contraste con las rosas en color y forma. Al clavel le encantan los lugares soleados y el riego moderado. Los claveles se pueden plantar a lo largo del borde de un rosal o entre ellos.
La manzanilla es una flor delicada y elegante que también armoniza con las rosas. La manzanilla libera aceites esenciales que ayudan a fortalecer la inmunidad de las rosas y mejorar su aroma.
Además, la manzanilla atrae insectos beneficiosos como las mariquitas, que matan a los pulgones. La manzanilla prefiere lugares luminosos y suelos fértiles. La manzanilla se puede plantar entre rosas o alrededor de ellas.
Melissa es una planta medicinal y aromática que también es apta para la proximidad a las rosas.
Melissa tiene propiedades antiinflamatorias y bactericidas y protege las rosas de diversas infecciones . Además, la melisa mejora el estado de ánimo y calma los nervios. A Melissa le encanta la sombra parcial y el suelo húmedo. Melissa se puede plantar cerca de rosas o en contenedores.