En primer lugar, la frecuencia de riego depende de las condiciones climáticas y del material del invernadero.
Normalmente hace mucho más calor en un invernadero de policarbonato que en un invernadero de película.
Además, a menudo no hay mantillo en estos invernaderos.
Esto significa que las plantas deberán regarse con frecuencia.
Debe tenerse en cuenta que las berenjenas son un cultivo que ama la humedad, lo que significa que ignorar el procedimiento y realizarlo rara vez definitivamente no funcionará.
Pero no debes regar demasiado las plantas, de lo contrario las raíces se pudrirán debido a la humedad acumulada.
Los jardineros experimentados señalan que basta con regar el cultivo una vez cada 2 a 5 días. Después de humedecer, conviene aflojar un poco la tierra.
Si las camas están protegidas del sobrecalentamiento con mantillo, el riego se puede realizar con menos frecuencia.
Riega las berenjenas solo con agua tibia y sedimentada. El agua fría solo dañará los arbustos.
En cuanto al agua en sí, es mejor elegir agua de lluvia que agua del grifo.