Incluso al regar, es necesario recordar algunas reglas para no dañar las plantas frágiles.
No es necesario humedecer el suelo demasiado pronto ni demasiado tarde.
Es mejor hacerlo 2 horas después del amanecer o 2 horas antes del atardecer.
En este momento, se establece en el exterior la temperatura óptima para el procedimiento. Las plantas no experimentan estrés, pero reciben cómodamente la humedad necesaria.
No conviene regar las plantas al mediodía, cuando el sol es bastante agresivo. No creas que esto les ayudará a sobrevivir al calor.
Además, no se deben regar en exceso las plantas. El exceso de humedad puede estancarse en las raíces y eventualmente comenzarán a pudrirse.
Regar con demasiada frecuencia es perjudicial. Provoca el desarrollo de un sistema radicular demasiado superficial. Los tomates se deben regar abundantemente, pero rara vez.
Está permitido aplicar fertilizante junto con el riego. Tampoco deberías excederte con ellos. Es importante mantener el equilibrio.