Las cebollas son un cultivo popular que crece en casi todos los jardines.
Se cree que la planta no tiene pretensiones, pero esto no significa que se puedan ignorar las reglas de cuidado.
Los jardineros experimentados saben que con la ayuda de reglas simples se puede mejorar la cosecha y aumentar su calidad.
Es mejor elegir cenizas y compost, que contienen potasio, fósforo y nitrógeno. Los fondos se pueden aplicar a las camas a mediados del verano, cuando comienza el crecimiento activo de la fruta.
Los lechos deben aflojarse periódicamente para que el aire y el agua puedan penetrar mejor hasta las raíces. El deshierbe es importante. Ayuda a evitar la competencia entre cebollas y malezas por los nutrientes y la humedad del suelo.
A esta cultura le encanta la humedad, pero no debes exagerar. Además, no permita que se seque. El riego debe ser moderado.
Cuando las hojas superiores comienzan a ponerse amarillas, significa que se puede cosechar la cosecha.