Para que las cabezas de repollo crezcan, no basta con fertilizarlas y protegerlas de las plagas. Es necesario controlar la salud del suelo.
La cuestión de la prevención de las enfermedades crucíferas la decidieron ellos mismos jardineros experimentados. Afirman que gracias a una solución, sus coles crecen hasta el tamaño de una pelota de baloncesto.
Tenga tiempo para realizar un tratamiento importante en junio.
El repollo no se enfermará si logra tratar el lecho con la solución Fitosporin-M.
Según los jardineros, aumenta el contenido de cobre, manganeso y boro en el suelo.
Todo esto protege las plantaciones de una serie de enfermedades.
La solución se prepara según las instrucciones. Por diez litros de agua limpia sedimentada es necesario tomar dos cucharaditas de fitosporina.
La composición preparada debería ser suficiente para tratar un área de cien metros cuadrados.
El primer tratamiento se realiza una semana después de la siembra de las plántulas o 10 días después.
El siguiente procedimiento se realiza aproximadamente 2-3 semanas después. Se utiliza la misma composición.
Y algunos jardineros recomiendan repetir el procedimiento a intervalos de 1 vez cada 14 días.