¿Quieres una buena cosecha? ¡Es hora de pensar en una alimentación de calidad!
Para conseguir tomates grandes y jugosos, basta con utilizar un método sencillo y eficaz.
El secreto es utilizar sal de Epsom, un cristal hecho de magnesio y azufre.
Si se utiliza como aderezo, proporciona a las plantas minerales esenciales y favorece los procesos bioquímicos de la planta.
El magnesio y el azufre se encuentran entre los microelementos esenciales, sin los cuales las plantas serán débiles y pequeñas.
Estos ingredientes participan en la fotosíntesis, que permite a las plantas "convertir" la luz solar en energía para impulsar el crecimiento y el desarrollo.
Entre otras cosas, el magnesio es un proveedor de energía necesaria para la formación de frutos grandes y jugosos.
Tome sal de Epsom y viértala en el hoyo antes de plantar las plántulas; una o dos cucharadas son suficientes.
Después de cuatro semanas, agregue dos cucharadas más debajo de los arbustos.