Qué tan bien se almacenará la cosecha de frutas y verduras depende del cuidado de las plantaciones en los parterres.
Si hablamos de remolacha, lo primero que debe hacer es volverse dulce y jugosa. El tamaño de la verdura es secundario para muchas amas de casa. Pero para que las remolachas se almacenen durante mucho tiempo, es necesario alimentarlas.
Le diremos qué se debe agregar a las camas y qué determina el sabor del cultivo de raíces.
La fertilización con nitrógeno ya no se utiliza, a menos, por supuesto, que el objetivo sea hacer crecer copas densas. Además, la remolacha es propensa a la "sobresaturación".
Los fertilizantes orgánicos como estiércol y compost, infusiones de hierbas, etc., tampoco son adecuados. La razón es el mismo nitrógeno.
El jardinero hará bien en añadir fósforo y potasio, además de boro, entre todos los aditivos posibles para una dulce cosecha que durará todo el invierno.
Uno de estos fertilizantes se puede preparar vertiendo dos vasos de ceniza con dos litros de agua hirviendo. Después de dos días, el concentrado se diluye en 10 litros de agua y se utiliza para riego.
También se puede añadir monofosfato potásico (10 g/10 l de agua) o ácido bórico (4 g/10 l de agua) por lámina.
Debajo de la raíz se añade una solución de superfosfato (20 g/10 l de agua) y sulfato de potasio (10 g/10 l de agua).