Algunos jardineros se enfrentan al problema del engorde de los tomates, a saber: engrosamiento de los tallos, crecimiento de hijastros grandes (especialmente colores intensos), aumento del área de la placa de la hoja y curvatura de la parte superior.
Todas estas "delicias" se producen debido a una fertilización excesiva con fertilizantes nitrogenados.
Ya que todo jardinero considera que es su deber alimentar “sus queridas plantas” desde el corazón, sin escatimar en fertilizantes.
Recuerda los niños redondos que le decía su abuela: “¡Bueno, cómo no darle de comer a tu nieto! ¡Siempre tiene hambre!”
La científica agrónoma y paisajista Anastasia Kovrizhnykh señala que la sobrealimentación con nitrógeno está plagada de:
La situación se puede mejorar con una dieta equilibrada.
Reduzca la proporción de nitrógeno, aumente el potasio y el fósforo, reduzca temporalmente el riego y elimine los hijastros.