Cómo quitar adecuadamente las hojas de los tomates y aumentar la productividad: la regla del jardinero

20.06.2023 05:50

Para obtener una cosecha de tomates buena y de alta calidad, no solo es necesario plantar y regar las plantas correctamente, sino también realizar podas periódicas y eliminar el exceso de hojas. ¿Por qué es necesario y cómo hacerlo correctamente?

¿Por qué quitarle las hojas a los tomates?

Quitar las hojas de los tomates es una medida agrotécnica importante que promueve un mejor desarrollo y fructificación de las plantas.

Entre las principales razones y finalidades de este procedimiento se encuentran las siguientes.

• Mejorar la ventilación e iluminación de los arbustos. Un follaje demasiado espeso puede impedir que el aire y la luz fluyan libremente hacia los tallos y los frutos, lo que reduce su inmunidad y aumenta el riesgo de enfermedades.

• Prevenir infecciones fúngicas y bacterianas. Las hojas inferiores a menudo tocan el suelo o las malas hierbas, que pueden albergar patógenos. Además, al regar o llover, se puede acumular humedad sobre ellos, lo que crea un ambiente favorable para el crecimiento de hongos.

Foto: © Belnovosti

• Estimular la formación de ovarios y acelerar la maduración del fruto. Quitar el exceso de hojas ayuda a redistribuir los nutrientes y la energía a favor de las flores y los ovarios. Así, los tomates producen más frutos y maduran más rápido.

• Mejora de la calidad y sabor de las frutas. Gracias a una mejor iluminación y ventilación, los frutos reciben más luz y calor, lo que repercute positivamente en su color, aroma y contenido de azúcar.

¿Qué hojas hay que quitar?

La eliminación de las hojas de los tomates debe realizarse de forma gradual y con cuidado para no dañar las plantas ni causar estrés. Dependiendo de la variedad, la formación del arbusto y las condiciones de crecimiento, se pueden eliminar diferentes tipos de hojas.

• Hojas inferiores. Estas son las hojas más viejas y no deseadas que a menudo se vuelven amarillas, se secan o enferman. Deben eliminarse con regularidad, desde el momento en que se plantan las plántulas en el suelo o en el invernadero. Por lo general, se eliminan todas las hojas hasta el primer racimo de frutos o la primera flor.

• Hijastros. Estos son brotes laterales que crecen desde las axilas de las hojas en el tallo. Quitan a la planta fuerza y energía, que podrían ser dirigidas a la formación de frutos. Deben eliminarse a medida que aparecen, dejando solo uno o dos hijastros superiores en el arbusto.

• Tapas. Esta es la parte superior del tallo con hojas y flores. Conviene retirarlo al final de la temporada, cuando la planta haya alcanzado una determinada altura o cuando ya se hayan formado en ella un número suficiente de racimos de frutos. Esto promueve una maduración más rápida de los frutos y previene el crecimiento excesivo del arbusto.

• Hojas enfermas o dañadas. Se trata de hojas que muestran signos de enfermedad o daños por plagas, granizo o factores mecánicos. Deben eliminarse inmediatamente para evitar que la infección se propague o infecte a otras plantas.

Cuando y como quitar las hojas.

La eliminación de las hojas de los tomates debe realizarse en un momento determinado y de forma que no dañen las plantas.

• Tiempo. Es mejor eliminar el exceso de hojas por la mañana o por la noche, cuando no hay sol ni rocío. De esta forma evitarás el sobrecalentamiento o hipotermia de las heridas en los tallos. Además, no se debe realizar el procedimiento con mucha humedad o lluvia, ya que esto puede provocar el desarrollo de podredumbre o infecciones.

• Forma. Lo mejor es utilizar un cuchillo afilado o unas tijeras de podar para quitar las hojas. Esto le permitirá cortar con cuidado el follaje sin dañar el tallo u otras partes de la planta. No recoja las hojas con las manos ni con tijeras, ya que esto puede provocar la cicatrización de heridas o una infección por gérmenes.

• Lugar. Lo mejor es cortar las hojas a una distancia de 1-2 cm del tallo. De esta forma evitarás la formación de cáñamo -el resto del tallo con una hoja- que puede servir como puerta de entrada de infecciones o plagas.

Qué no hacer al quitar las hojas

Quitar el exceso de hojas de los tomates es un procedimiento útil que requiere ciertos conocimientos y habilidades. Sin embargo, existen errores y prohibiciones que deben evitarse al realizar esta operación.

• No se pueden quitar todas las hojas de una vez ni más de la mitad del total. Esto puede provocar que la planta se estrese o se debilite, así como quemaduras solares en los tallos o frutos.

• Las hojas superiores no se deben quitar antes de que se haya formado un cierto número de racimos de frutos en el arbusto. Esto puede hacer que la planta se ralentice o deje de desarrollarse. Es mejor dejar la parte superior hasta que el arbusto alcance la altura deseada o cuando ya tenga 5-6 cepillos.

• No se deben quitar las hojas durante la floración o el cuajado de frutos. Esto puede interrumpir la polinización o la fructificación y reducir la calidad y el sabor de la fruta.

• No se deben quitar las hojas a menos que sea absolutamente necesario o por capricho. Esto puede provocar una defoliación excesiva o deformación del arbusto. Es mejor seguir las recomendaciones sobre la variedad y las condiciones de crecimiento.

• No retire las hojas con instrumentos sucios o contundentes. Esto puede provocar que las heridas se infecten o provoquen daños. Es mejor desinfectar su cuchillo o tijeras de podar antes de cada uso.

Quitar las hojas de los tomates es un procedimiento sencillo pero importante que ayuda a mejorar el desarrollo y la fructificación de las plantas.

Si sigues las reglas y evitas errores al realizar esta operación, podrás conseguir tomates sanos y sabrosos en tu jardín.

Autor: Igor Zur editor de recursos de internet

Contenido
  1. ¿Por qué quitarle las hojas a los tomates?
  2. ¿Qué hojas hay que quitar?
  3. Cuando y como quitar las hojas.
  4. Qué no hacer al quitar las hojas