Los residentes de verano recomiendan plantar trigo sarraceno en el jardín. El caso es que se trata de un excelente abono verde.
Una planta útil secreta ácidos que hacen que los minerales del suelo sean más móviles.
Como resultado, otros cultivos que se plantarán después del trigo sarraceno crecerán bien y deleitarán su rendimiento. Si no estamos hablando de un huerto, sino de un jardín, entonces el follaje de los árboles mejorará y los frutos crecerán más y más dulces.
Es mejor plantar trigo sarraceno después de la cebolla, el ajo o las patatas.
Es recomendable utilizar semillas grandes y sanas, que primero se deben remojar durante media hora en una solución de ceniza o ácido bórico.
Entre las filas es necesario retroceder unos 10-15 cm, y entre los agujeros basta con dejar 3 cm.
Tan pronto como aparecen los brotes, es necesario aflojar la tierra 2-3 veces. No debemos olvidarnos del riego, debe ser regular.
Las copas se cortan y desentierran cuando más del 80 por ciento de las plantas han florecido.