Cualquier residente de verano sabe que para las grosellas es necesario elegir un lugar soleado donde no soplen vientos fuertes y la temperatura sea ligeramente más alta que en las zonas abiertas.
El problema es que la mayoría de las plantas necesitan las mismas condiciones y la zona no es gomosa. Por eso, mucha gente se pregunta si es posible plantar grosellas a la sombra y obtener una buena cosecha.
Por supuesto, puedes contar con el máximo rendimiento y dulzura de las bayas si el arbusto crece al sol. Sin embargo, plantar en un lugar abierto y con sombra tiene una serie de ventajas, especialmente teniendo en cuenta el cambio climático. En los últimos años, las sequías y el calor de hasta 30 grados se han convertido en la norma, incluso cuando antes las temperaturas de verano rara vez superaban los 25 grados. Y esto tiene un efecto negativo en las grosellas si crecen al sol.
Las grosellas tienen una serie de rasgos característicos.
A la sombra, los rayos del sol no secan tanto el suelo y la humedad del aire es ligeramente mayor. Por tanto, es muy posible conseguir una buena cosecha. Importante: no estamos hablando de una sombra opaca de una pared o de un arce, sino de un sombreado parcial. Por ejemplo, sobre plantar debajo de un manzano o un peral cuya copa se adelgaza periódicamente.
A la sombra, las plantas procesan peor el nitrógeno porque carecen de energía solar. Por tanto, al aplicar fertilizantes nitrogenados, es mejor reducir la dosis.
Para que las bayas sean más dulces es necesario añadir potasio, ya que es el responsable de la acumulación de azúcares. El potasio es también uno de los nutrientes más importantes para las grosellas, que favorece el desarrollo del sistema radicular, mejora la calidad de los frutos y aumenta la resistencia a las enfermedades.
La ceniza es una buena fuente de potasio para las grosellas. Contiene no sólo potasio, sino también otros nutrientes importantes. Se puede agregar ceniza al suelo a principios de la primavera y finales del verano, así como cuando las bayas comienzan a cuajar.
La harina de huesos es otro buen complemento. Contiene no sólo potasio, sino también otros nutrientes útiles como calcio y fósforo. Se puede agregar harina al suelo en primavera u otoño.
No es necesario plantar grosellas al sol. Incluso en la sombra, si ajusta ligeramente el cuidado, obtendrá no solo una cosecha rica, sino también sabrosa.