¿Con qué frecuencia riegas tus tomates después de plantarlos en su ubicación permanente?
Incluso en un proceso tan simple como el riego, se pueden cometer muchos errores que conducirán a una disminución del rendimiento.
Uno de los errores más comunes es regar demasiado las plántulas después de plantarlas durante un par de semanas.
Muchos jardineros comienzan a regar abundantemente las plántulas para asegurar un flujo suficiente de humedad, pero debido a esto, las raíces del tomate se sobresaturan con agua y no pueden desarrollarse normalmente.
Si mantienes las raíces de los tomates constantemente húmedas, no podrán crecer adecuadamente y, a veces, incluso pueden pudrirse.
Debido a un riego excesivamente frecuente, puede producirse un estancamiento del crecimiento y desarrollo, lo que conduce a una disminución del rendimiento.
Por lo tanto, incluso si la capa superior está muy seca, no debes apresurarte a regarla. También es importante tener en cuenta la previsión meteorológica.
Si hace mucho calor, se puede aumentar ligeramente la cantidad de agua.