Si desea obtener sandías fragantes y jugosas, debe recordar las reglas para cuidarlas.
Se debe prestar especial atención al riego.
El suelo debe humedecerse abundantemente, pero no con frecuencia.
El mejor momento para regar es la mañana. Como último recurso, si hay sequía en el exterior, se puede realizar el procedimiento por la noche. Si hay cambios frecuentes de temperatura, entonces no debes regar en esos momentos.
El líquido debe estar sedimentado y tibio. Debemos recordar que el agua helada bombeada directamente de un pozo no es apta para riego.
La cultura tiene un poderoso sistema de raíces. Es necesario regar no solo desde la raíz, sino también en toda el área. El método de aspersión no es adecuado.
Si desea reducir la cantidad de riegos, debe usar mantillo (paja, heno, pasto cortado) en las camas para que la humedad permanezca en el suelo por más tiempo.
La primera vez que se debe realizar el procedimiento cuando aparezcan las primeras 3-5 hojas.
La segunda porción es necesaria durante la brotación y el comienzo de la floración.
Luego, al comienzo de la aparición de los ovarios.
Cuando los frutos comiencen a ganar peso, se pueden reducir los procedimientos. Puede dejar de regar las plantas por completo después de que maduren los frutos.