Al cultivar patatas, no se puede prescindir del aporque.
Si no se realiza este procedimiento, la calidad del suelo puede seguir siendo baja.
Además, los cultivos hortícolas pueden desarrollar numerosos "enemigos": las malas hierbas.
Por lo tanto, hay que aporcar las patatas, así se salvará la cosecha.
Y si realizas esta acción de manera oportuna, podrás obtener tres veces más tubérculos.
Vale la pena comenzar a aflojar la tierra y enrollarla hasta el fondo del cultivo del jardín en el momento en que las plántulas alcancen al menos diez centímetros de altura.
Además, es aconsejable realizar el procedimiento después de que la cobertura del suelo esté suficientemente humedecida.
En otras palabras, la acción será más eficaz después de la precipitación.
Si no llegan los días de lluvia y ya no es posible posponer el procedimiento, entonces es necesario regar las camas. Y sin escatimar agua.
Aporcar en suelo húmedo garantiza la aparición de troncos adicionales.
Como resultado, se formarán muchas patatas. Quizás la cantidad de tubérculos recolectados sea 3 veces mayor de lo habitual.