Tres sencillos procedimientos antes de la salida le ayudarán a estar tranquilo y no preocuparse de tener que guardar "palos marchitos" a su llegada.
Si no hay nadie a quien dejarle las flores, tendrás que cuidarlas tú mismo. Para no preocuparse por su estado, basta con seguir unos sencillos consejos.
Lo más importante es crear las condiciones para las plantas a las que están acostumbrados. Por lo tanto, las flores no se retiran de sus lugares permanentes ni se cubren con cortinas.
Si existe la posibilidad de que las delicadas hojas se quemen, entonces las plantas deben alejarse de la ventana, entre 30 y 90 cm.
Siempre es un poco más difícil con las plantas amantes de la humedad. Este cactus o árbol del dinero se puede dejar desatendido durante mucho tiempo.
Muchas otras plantas requieren un procedimiento sencillo. Se vierten guijarros decorativos en cualquier recipiente y luego se vierte agua en él. Luego se colocan las flores en el recipiente.
El truco es que el líquido se evaporará y las piedras protegerán las raíces del contacto directo con el agua.
Antes de partir, las plantas reciben una ducha profunda. Se llevan al baño y se riegan con una regadera. El agua no solo debe llegar al suelo, sino también mojar bien el follaje.
Luego, las flores se dejan durante 20 minutos para que escurran el exceso de humedad y luego se devuelven a su lugar original.