Con el comienzo de la temporada de verano, las plantas de interior pasan a un segundo plano y es bueno que las amas de casa no se olviden de regarlas.
Mientras tanto, las flores en los alféizares de las ventanas también son susceptibles a los ataques de plagas y requieren un tratamiento preventivo. Estos son los parásitos más populares y una estrategia para combatirlos todos a la vez.
Anastasia Kovrizhnykh, experta de la publicación en línea BelNovosti, agrónoma y paisajista, compartió varios detalles que le ayudarán a decidir sobre este tema.
Se alimenta de savia de plantas y suele darse a conocer en invierno en un ambiente seco.
Puede reproducirse en grandes colonias. La aparición de la plaga se acompaña de una capa pegajosa en la planta y luego de la aparición de hongos hollín y enfermedades virales.
Es una de las plagas más peligrosas. Se multiplican y se esparcen rápidamente, chupan el jugo de las hojas, dejando agujeros en las hojas, donde luego aparecen puntos blancos y manchas amarillas. Las hojas y las flores se secan y mueren.
Se puede calcular por la aparición de manchas blancas y amarillas. La planta se agota, se seca y se cubre con una capa pegajosa.
Las plagas femeninas ponen numerosas nidadas. Aparecen puntos amarillos en las hojas y la propia vegetación pronto se cae, cubierta de secreciones pegajosas.
Viven en el suelo y atacan las raíces, por lo que la planta no florece durante mucho tiempo, se seca y arroja sus hojas.
Cuando es atacada por una cochinilla, la planta se marchita y cae, el crecimiento se ralentiza, pronto se detiene por completo y la flor acaba con melaza, hongos y otras dolencias.
Los gorgojos pueden entrar si traslada las plantas de interior al aire libre. No es necesario describir las consecuencias.
Aparecen manchas incoloras o translúcidas. El follaje se vuelve fino.
Peligroso para plantas bulbosas y tuberosas. Daña los bulbos. Puedes calcularlo por la coloración desigual de las hojas y la curvatura de los tallos de las flores.
Las plantas enfermas se ponen en cuarentena. Limpiar con agua y jabón y recoger los insectos manualmente. Se puede tratar con una solución de jabón para lavar o permanganato de potasio.
También se preparan infusiones o decocciones a partir de hierbas de ortiga, ajenjo, ajo o caléndula.
En casos avanzados se utilizan bioinsecticidas o productos químicos.