El segundo mes de verano es el período en el que se detiene el crecimiento de la masa de cebolla verde.
En este momento, debería producirse el desarrollo activo de la parte subterránea del cultivo del jardín. Estamos hablando de nabos.
Cada jardinero se esfuerza por garantizar que las cebollas sean de gran tamaño, tengan un sabor brillante y una calidad de conservación normal.
Para lograr este resultado, es necesario alimentar adecuadamente a la planta a mediados del verano.
Se debe evitar el uso de determinados fertilizantes.
Durante este período, los fertilizantes nitrogenados pueden dañar gravemente los cultivos de jardín.
Si todavía hay mucho nitrógeno en el suelo, los compuestos nutricionales "irán" a la parte superior de la planta.
Los bulbos se formarán lenta y mal. Como resultado, resultarán muy pequeños.
Pero en esta etapa, son los nabos los que necesitan desarrollarse primero, y no las plumas.
En este momento, los cultivos de jardín deben alimentarse con fertilizantes de potasio y fósforo.
La opción ideal es una mezcla de superfosfato y sulfato de potasio (15 g por 10 litros de líquido limpio).
Además, se deben añadir al suelo restos de madera sin quemar.