La remolacha es un tubérculo popular, saludable y sabroso con el que se pueden preparar muchos platos.
Las frutas grandes y jugosas son un verdadero orgullo y éxito para un jardinero. Para garantizar una cosecha satisfactoria, se alimentan con remolacha durante toda la temporada.
La remolacha es un cultivo muy exigente en cuanto a condiciones de cultivo. Necesita un suelo bien drenado y rico en nutrientes, así como suficiente luz solar y humedad. Alimentar a las remolachas puede afectar significativamente su crecimiento y rendimiento.
1. Abonos orgánicos: compost, humus o estiércol. Contienen nutrientes necesarios para el crecimiento de la remolacha.
2. Abonos minerales: potasio, fósforo y nitrógeno. Estos elementos favorecen el desarrollo del sistema radicular, mejoran el sabor de la remolacha y aumentan su resistencia a las enfermedades.
3. Fertilizantes complejos: contienen todos los nutrientes necesarios en proporciones óptimas.
Es importante recordar que las remolachas necesitan una alimentación regular durante toda la temporada de crecimiento. Las remolachas se deben alimentar al menos 3 o 4 veces por temporada.