La eliminación oportuna de determinadas láminas foliares es un punto importante relacionado con el cuidado de los arbustos de tomate.
Si el jardinero quiere que haya muchos frutos y que ninguno de ellos se pudra, la planta debe deshacerse del exceso de partes.
Pero, ¿qué hojas deberían considerarse “extra”?
Algunos jardineros llegan incluso a eliminar por completo las hojas de sus cultivos.
Este enfoque se explica por el hecho de que "solos" los frutos supuestamente crecerán y se desarrollarán más rápido y correctamente.
Pero aun así no deberías exagerar. Los arbustos de tomate necesitan hojas. Pero no todos.
Aquellas hojas que tienen rastros de enfermedades fúngicas son claramente superfluas.
Lo mismo puede decirse de los registros afectados por insectos peligrosos.
Estas hojas se pueden arrancar con seguridad. Además, la planta, libre de partes sobrantes, debe ser desinfectada.
Quitar las hojas que se encuentran en la parte inferior del cultivo también es la acción correcta.
También vale la pena quitar las láminas de las hojas que crecen profundamente en la planta.
No es necesario arrancar ningún órgano vegetativo más delicado, de lo contrario se dañarán los arbustos de tomate.