La cebolla y la patata son dos de las verduras más habituales y saludables de nuestra dieta. Se suelen utilizar en diversos platos y ensaladas, y además se conservan durante mucho tiempo sin perder sus propiedades.
Sin embargo, muchos propietarios no saben que estos productos no se pueden almacenar juntos, ya que esto puede provocar deterioro y deterioro de la calidad.
¿Por qué sucede esto?
El caso es que las cebollas producen gas etileno, que acelera la maduración y germinación de verduras y frutas. Si almacenas cebollas junto a patatas, estimularás su crecimiento y la aparición de brotes verdes.
Esto no sólo reduce el valor nutricional de la papa, sino que también la vuelve amarga y tóxica. Además, el etileno puede provocar la formación de solanina, una sustancia tóxica que se encuentra en las partes verdes de las patatas.
Por otro lado, las patatas contienen mucha humedad, que puede penetrar en los bulbos y provocar que se ablanden y se pudran.
Así, si guardas estos productos juntos, se produce una especie de círculo vicioso: las cebollas absorben la humedad de las patatas, por lo que empiezan a deteriorarse y, al mismo tiempo, la calidad de los bulbos disminuye.
¿Cómo almacenar adecuadamente cebollas y patatas?
Los expertos aconsejan separar estos alimentos y guardarlos en un lugar fresco, oscuro y seco.
Lo mejor es utilizar para ello recipientes transpirables o bolsas fabricadas con materiales naturales.
También debes evitar almacenar patatas cerca de otros alimentos que produzcan etileno, como manzanas, plátanos o tomates.
Si sigue estas sencillas reglas, podrá mantener las cebollas y las patatas frescas y saludables durante mucho tiempo.