La pudrición de la flor es una enfermedad que suele afectar a los tomates.
El principal signo de la enfermedad es la aparición de manchas marrones en la parte superior del fruto.
Si no se detiene el desarrollo de la enfermedad, el área afectada seguirá creciendo y con el tiempo "capturará" toda la verdura.
Como resultado, un residente de verano que haya dedicado mucho esfuerzo al cuidado de los cultivos de su jardín recibirá una cosecha de muy baja calidad.
Para evitar consecuencias negativas, el propietario de una parcela de verano debe actuar inmediatamente después de notar manchas marrones en los tomates.
Es recomendable actuar antes de que las zonas afectadas comiencen a aumentar de tamaño y adquieran una tonalidad cada vez más oscura.
Lo primero que debe hacer el jardinero es recoger todos aquellos frutos que tengan manchas en la parte superior.
Las verduras recolectadas simplemente deben desecharse. No puedes comerlos.
Sí, es una pena deshacerse de los tomates. Pero este método simple reduce significativamente la probabilidad de dañar frutas aún sanas.
En la mayoría de los casos, la enfermedad se manifiesta por falta de líquido en el suelo.
Una planta que necesita humedad comienza a “tomarla” de los vegetales en desarrollo. Como resultado, los tomates se echan a perder.
Para evitar que esto suceda, los cultivos del jardín deben regarse con regularidad, sin ahorrar agua.
Los cultivos de huerta estarán protegidos de enfermedades comunes si reciben calcio.
Esto se hace de manera muy simple: agregando una solución de nitrato de calcio.