Incluso un jardinero sin experiencia puede cultivar remolachas grandes y sabrosas si lo desea, y solo necesita usar el método simple y efectivo que usaban nuestras abuelas.
El secreto está en el uso de fertilizantes tradicionales, que a primera vista pueden parecer poco prácticos e incluso peligrosos, pero este método es inofensivo para la remolacha si no se excede la dosis.
Primero debe asegurarse de que la temperatura exterior sea estable y, en promedio, no inferior a 10-12 grados, y luego comience a plantar.
No es necesario remojar las semillas de remolacha; germinan bien sin ella.
14-15 días después de la siembra, puede comenzar a alimentar. Para preparar la solución, basta con disolver 1 cucharadita de sal en 10 litros de agua y agregar 2 tazas de ceniza. Riega las remolachas con esta solución.
2 semanas después del tratamiento con sal, puedes alimentar las plantas con otro fertilizante mediante pulverización: disuelve 2 g de ácido bórico en 10 litros de agua.
Después de 3 semanas, no estará de más repetir la alimentación con sal en las mismas proporciones que en el primer caso.
Utilice métodos sencillos para fertilizar las plantas que le permitirán cultivar remolachas grandes y sabrosas.