Para el cultivo más exitoso de cultivos de jardín, incluido el ajo, no solo es necesario cuidarlos, sino también utilizar fertilizantes de manera oportuna.
Lo más importante para el desarrollo de las plantas es la primera fertilización, que debe realizarse en un período determinado, solo en este caso funcionará de manera más efectiva.
La primera fertilización del ajo es con nitrógeno y debe realizarse en el momento en que aparecen las primeras 4-5 hojas en la planta.
Para ello, es mejor utilizar nitrato de amonio, ya que es mejor añadir urea y carbamida a temperaturas más altas.
Para que el abono muestre sus cualidades incluso con cambios de temperatura, también se puede utilizar sulfato de magnesio o sulfato de magnesio.
Estos elementos favorecerán el crecimiento acelerado del cultivo, ayudarán al ajo a absorber fósforo y nitrógeno y evitarán la aparición de plumas amarillas.
Para preparar el fertilizante es necesario coger un balde y disolver 20 gramos de salitre y 20 gramos de sulfato de magnesio en agua.
Antes de regar, es necesario hacer surcos en el suelo a no más de 5 cm de profundidad para que el agua no se esparza y los nutrientes lleguen completamente a las raíces.
Para preparar la solución de trabajo, 1 cucharada. l. El amoníaco se combina con 10 litros de agua. La solución preparada se aplica a los lechos de ajo como primera alimentación.