Los jardineros prefieren cultivar pepinos a través de plántulas, lo que les permite comenzar a cosechar 1 o 2 semanas antes que cuando se siembran en campo abierto.
Las plantas deben estar fuertes y con la nutrición adecuada desde los primeros días para conseguir una buena cosecha.
Hay varias formas de alimentar las plántulas, desde fertilizantes minerales comprados hasta fertilizantes populares, incluido sulfato de amonio y cáscaras de cebolla.
Hoy les contaré mis formas de asegurarme de que las plántulas crezcan fuertes y no se estiren.
Las plantas absorben fácilmente un fertilizante absolutamente seguro. El fertilizante contiene el nitrógeno y el azufre necesarios.
El nitrógeno, a su vez, ayuda a los pepinos a aumentar completamente su masa verde, y el azufre garantizará que la planta no tenga que hacer grandes esfuerzos para extraer los nutrientes necesarios del suelo y resistir las enfermedades.
Las plantaciones jóvenes alimentadas con sulfato de amonio dejan de estirarse.
Preparar un fertilizante saludable no es difícil. Y esto es lo que haremos.
Para preparar fertilizante en casa, tome 1 cucharadita de gránulos y dilúyalo en 2 litros de agua.
Riega las plántulas de pepino con la solución preparada, aproximadamente 3-4 cucharadas por cada planta.
Los restos de comida pueden ser útiles, por lo que no es necesario tirarlos; es mejor aprovecharlos para preparar una nutritiva infusión.
Fertilizar con pieles de cebolla y cáscaras de plátano hará que las plántulas de pepino sean robustas y fuertes.
Remoja una piel de plátano y tres cáscaras de cebolla en una jarra de agua de tres litros. La solución se coloca en un lugar cálido durante 3 días, luego se filtra y se aplica a las plántulas en 2-3 cucharadas.
Elija fertilizantes y piensos útiles y asequibles para sus plántulas, y sus plántulas siempre serán fuertes y resistentes a enfermedades y plagas.