Las aves aportan beneficios al jardín y a toda la zona al destruir insectos molestos, incluidas las plagas.
Pero las aves suelen causar daños al comer bayas. Por ejemplo, les encantan las cerezas y las frambuesas.
Por tanto, los jardineros protegen las plantas sin dañar a los pájaros. Esto es más sencillo y eficaz, porque el jardín no se quedará sin pájaros, que seguirán acabando con plagas y mosquitos.
Existe una forma eficaz y económica que ayudará a mantener a las aves alejadas de los árboles frutales y arbustos.
Para implementar el método, necesitará papel de aluminio común, que se puede encontrar en la cocina.
A continuación, se pasa un hilo de pescar o una cuerda fina entre los árboles frutales o arbustos. Luego se le colocan tiras de papel de aluminio brillantes.
Un ligero viento los balanceará, generando ruido. Además, seguirán brillando al sol, reflejando la luz.
Esta será una señal de peligro para los pájaros, por lo que no volarán hacia los árboles y arbustos para probar las bayas.