Las rosas son flores hermosas y fragantes que decoran jardines y ramos. Pero en ocasiones padecen diversas enfermedades que estropean su apariencia y salud.
Una de esas enfermedades es la mancha negra, causada por el hongo Marssonina rosae. Este hongo pasa el invierno en las hojas caídas y los brotes de rosas, y en primavera se propaga por todo el jardín con la ayuda del viento y la lluvia.
En condiciones favorables (clima húmedo y cálido), ataca las hojas de las rosas, en las que aparecen manchas negras o marrones con un borde amarillo. Poco a poco las hojas se vuelven amarillas, se curvan y se caen.
Esto conduce a un debilitamiento de la planta, una disminución de su resistencia a otras enfermedades y plagas y una disminución de la floración.
Para deshacerse de la mancha negra, es necesario llevar a cabo una serie de medidas, que incluyen la prevención, el tratamiento y el cuidado de las rosas.
La prevención es la siguiente:
• elegir para plantar variedades de rosas que sean resistentes a esta enfermedad;
• observar la correcta selección de vecinos para las rosas, evitando aquellas plantas que crean demasiada sombra o humedad;
• mantener una densidad óptima de plantación de rosas, asegurando una buena ventilación;
• retirar y quemar las hojas caídas y los brotes de rosas dañados;
• preparar adecuadamente las rosas para el invierno, protegiéndolas de las heladas y la humedad;
• Evite regar las rosas por la noche o cuando la humedad sea alta.
El tratamiento de rosas contra la mancha negra puede ser químico o popular.
El tratamiento químico implica el uso de fungicidas especiales (agentes fúngicos) que destruyen el hongo y evitan su propagación. Existen muchos medicamentos de este tipo, por ejemplo, Topaz, Skor, Ridomil Gold, Fitosporin y otros. Deben utilizarse estrictamente según las instrucciones, observando la dosis, frecuencia y tiempo de procesamiento. Normalmente, el tratamiento comienza en primavera, antes de que se abran los brotes, y luego se repite cada 10 a 14 días hasta el final del verano.
El tratamiento tradicional implica el uso de remedios naturales que tienen un efecto fungicida sobre la planta. Algunos de ellos son:
• Infusión de ajo. Vierta 500 g de ajo picado en cinco litros de agua tibia. Pasada una hora, vierte el agua en un recipiente aparte y llena el orujo con un litro de agua limpia. Pasada una hora, combina las dos soluciones y añade otros 4 litros de agua. Antes de cada pulverización, disuelva 1,5 tazas de infusión en un balde de agua.
• Gordolobo. Diluimos el gordolobo con agua en una proporción de 1:20 y lo dejamos reposar durante dos días. Luego rociamos los rosales.
• Yodo. Diluimos 5 ml de yodo en 2 litros de agua y tratamos las plantas.
• Decocción de cola de caballo. Verter 1 kg de cola de caballo picada en 10 litros de agua fría y dejar actuar 24 horas. Luego cocina la infusión durante 30 minutos a fuego lento, enfría y cuela. Antes del procedimiento, diluir con agua 1:5. Rociamos el arbusto y regamos el suelo debajo.
• Decocción de cáscaras de cebolla. Verter 1 litro de cáscara seca en 2 litros de agua caliente y llevar a ebullición. Dejar actuar 2 días, colar y diluir 1:2 con agua antes de usar.
• Infusión de diente de león. Moler 400 g de hojas y raíces de diente de león, verter 10 litros de agua tibia e infundir. Rociar los rosales con la infusión colada.
• Además, puede utilizar peróxido de hidrógeno, ceniza, Fitosporin-M y otros medios.
Para evitar la reaparición de la mancha negra, es necesario seguir las reglas de cuidado de las rosas, así como tratar regularmente las plantas con fungicidas o remedios caseros.