Los dientes de león, por útiles que sean, los residentes de verano los consideran principalmente una mala hierba y, por lo tanto, deben eliminarse.
Hay muchas maneras de beneficiarse de estas flores antes de que se conviertan en pelusa y salgan volando para multiplicarse y multiplicarse.
Pero los residentes de verano no quieren producir malas hierbas voluntariamente en su sitio y combatir los dientes de león de todas las formas posibles. Aquí hay un ejemplo.
Si dejas todo al azar, los dientes de león simplemente crecerán en una escala alarmante y no en una progresión geométrica.
La solución propuesta cuesta un centavo, pero resuelve el problema de manera seria y duradera.
Necesitarás cinco cucharadas de bicarbonato de sodio y un litro de agua.
Los ingredientes deben mezclarse, esperar hasta que el refresco se disuelva por completo y verter la composición en un recipiente con una botella rociadora común.
Luego se utiliza para tratar los arbustos de diente de león.
Vale la pena tener en cuenta que el producto no se almacena y es necesario prepararlo en la cantidad que se pueda utilizar a la vez.