Por qué el comino no brota y cómo preparar las semillas: un secreto que ayudará a acelerar la brotación 2-3 veces

10.05.2023 04:30

Si todavía no tienes comino creciendo en tu jardín, es hora de corregir esta omisión.

El comino es un cultivo insustituible y, lo más importante, sin pretensiones. Nuestras abuelas no la sembraron en absoluto, ya que en el patio y en los prados crecían arbustos de esta especia, que se reproducían por auto-siembra. Todo lo que quedaba era recolectar verduras y semillas para usarlas según fuera necesario.

¿Por qué el comino no quiere brotar?

Los agricultores modernos no permiten que la reproducción de las plantas siga su curso y prefieren reservarles espacio en el jardín. Y aquí las dificultades son posibles. Por ejemplo, muchas personas siembran comino, pero nunca consiguen que germine.

El caso es que la alcaravea pertenece a la familia de las umbelíferas. Y sus semillas son ricas en aceites esenciales. Es gracias a los aceites que estos cultivos tienen ese aroma asombroso por el que son valorados en la cocina. Pero la otra cara de la moneda es que las semillas tardan mucho en germinar.

El comino es resistente al frío, por eso se siembra a principios de primavera. Pero en suelos fríos, los aceites esenciales no se disuelven durante mucho tiempo, protegiendo la semilla de la aparición prematura de un brote. Al sembrar en primavera, los primeros brotes de comino pueden aparecer en un mes, o quizás más tarde, ya que mucho depende de las condiciones climáticas.

comino y amapola
Foto: Pixabay

Si la primavera es cálida, el comino puede brotar en 18 a 20 días, y si hace frío, permanecerá en el suelo durante más de un mes.

Muchos jardineros simplemente no esperan a que germine y plantan otro cultivo para que el espacio no quede vacío.

La mejor opción es imitar la reproducción natural. Es decir, sembrar antes del invierno. Durante el período invernal, las semillas sufrirán una estratificación natural, ganarán humedad y, con el primer calentamiento, comenzarán a brotar. Por cierto, las semillas de alcaravea pueden brotar a una temperatura de 7 a 9 grados y sus plántulas pueden resistir las heladas.

Cómo preparar semillas

Si compraste una bolsa de semillas en primavera o simplemente te olvidaste de sembrar comino en otoño, puedes acelerar su germinación. Hay dos maneras.

Primer método: estratificación

Es necesario sembrar las semillas en un bol o tazas pequeñas, humedecerlas y guardarlas en el frigorífico durante al menos 3 semanas. Esto permitirá que las semillas sobrevivan el invierno y luego germinen rápidamente en el calor del alféizar de la ventana.

Sin embargo, conviene recordar que no es recomendable cultivar plántulas en condiciones cálidas. Después de que aparecen los primeros brotes, las semillas de alcaravea se deben transferir a una habitación fresca donde la temperatura no supere los 15 grados.

La segunda opción de estratificación: colocar las semillas sobre un paño húmedo o un algodón, guardarlas en el frigorífico durante varias semanas y luego sembrarlas en el jardín.

Segundo método: tratamiento térmico.

Para eliminar los aceites esenciales de las semillas, es necesario aplicarles calor.

Basta con colocar las semillas en una bolsa de tela y colocarla en agua tibia (45-50 grados). Cuando el agua se haya enfriado, repita el procedimiento.

El comino se debe sembrar mientras aún está húmedo. Para acelerar aún más la germinación, la hilera se puede verter previamente con agua hirviendo y, después de la siembra, cubrir con una película.

Gracias a estas técnicas, las semillas de alcaravea brotarán 2-3 veces más rápido.

Autor: Elena Gutiérrez editor de recursos de internet

Contenido
  1. ¿Por qué el comino no quiere brotar?
  2. Cómo preparar semillas
  3. Primer método: estratificación
  4. Segundo método: tratamiento térmico.