Los beneficios y el sabor brillante de las grosellas hicieron que esta baya fuera muy popular entre los residentes de verano.
Por eso se pueden ver los correspondientes arbustos frutales en muchas zonas suburbanas.
Sin embargo, el cultivo de una planta no siempre se realiza sin problemas.
A veces hay dificultades con la formación de frutos. A menudo resulta que aparecen muy pocas bayas en los arbustos.
Lo más probable es que esto se deba a una deficiencia de nutrientes en el suelo.
Está claro que es necesario restaurar y mejorar la fructificación del cultivo mediante la aplicación de fertilizantes. ¿Pero cuál exactamente?
La respuesta es simple: durante el período de formación y desarrollo de las bayas, la planta necesita alimentación con potasio y fósforo.
La opción ideal es el monofosfato de potasio. Se debe añadir una cucharada de esta sustancia a 10 litros de líquido limpio.
Un aditivo como el limón (1 cucharadita) tampoco vendría mal.
Utilice la solución preparada para humedecer la tierra donde crecen las grosellas. Cada planta debería necesitar tres litros de líquido.
Después de aplicar dicho fertilizante, la planta recibirá todos los compuestos que necesita. El residente de verano definitivamente no se quejará del bajo rendimiento de grosellas.