Nos gustaría advertir a aquellos que recién están probando el cultivo de plantas contra los errores típicos que cometen los principiantes al plantar plántulas de tomate en campo abierto o en invernadero.
La prisa por trasplantar tomates no conducirá a nada bueno: cuando se plantan en un suelo cuya temperatura no alcanza los 12 grados o más, no comenzarán a crecer hasta que haga más calor.
Incluso si solo tiene seis acres a su disposición, no debe intentar ahorrar espacio a expensas de los tomates. Las plantas plantadas a menos de 50 cm entre sí aumentan el riesgo de plagas y enfermedades.
Proporcione a sus tomates suficiente luz solar y una brisa cálida que sople sobre cada hoja, y no necesitarán nada más.
A los tomates tampoco les gusta la tierra demasiado húmeda y que no se seca durante mucho tiempo. Además, asegúrese de que al regar no entre agua en las hojas para proteger las plantas de las quemaduras solares.