A este modesto arbusto de bayas no le gustan la sombra, las vallas ni los edificios altos.
Las grosellas se benefician de la luz, el calor, la buena tierra y una vecindad favorable. Estas condiciones servirán de impulso para una buena fructificación y una gran cosecha de bayas dulces y jugosas.
La planta necesitará humedad para producir cogollos y pasar el invierno bien.
Después de recortar el exceso de ramas y brotes, debe regar con agua tibia y sedimentada: para las grosellas negras necesitará 3-4 cubos, para las grosellas rojas, 1-2 son suficientes.
La próxima vez que se riegue abundantemente será en otoño, en previsión de la transición a la invernada.
Para los arbustos de grosella, determine un área soleada. Se permite cultivar grosellas negras en sombra parcial.
La distancia entre los arbustos debe ser de al menos 2-3 metros, lo que evitará que se amontonen y permitirá que crezcan las grosellas.
Es útil plantar capuchina, caléndula y caléndulas cerca de las grosellas, lo que protegerá los arbustos de los virus.
Un vecino desfavorable para los arbustos de grosellas será la grosella. Estas plantas tienen enfermedades y plagas similares.
Al igual que las grosellas, las frambuesas no se deben plantar cerca de las grosellas debido a su poderoso sistema de raíces.
En general, no es difícil organizar el cuidado adecuado de las grosellas, si se siguen reglas simples, y darán frutos en abundancia.