Una rica cosecha de tomates cultivados en invernadero o en campo abierto depende de un riego adecuado.
El riego de las plántulas después del trasplante, durante la floración y la fructificación varía, por lo que es importante seguir los consejos de los profesionales.
Hasta que las plántulas eclosionen, la tierra se rocía con agua una vez al día y luego se cubre con una película o bolsa.
Cuando las plántulas han germinado, se retira el refugio y se humedecen las plántulas 1-2 veces por semana. La temperatura del agua no debe ser inferior a 20 grados.
En este caso, no es necesario apresurarse a regar. Debe esperar de 5 a 10 días para que las plantas echen raíces en su nueva ubicación.
A continuación, las plantas se riegan mientras se seca el suelo. En promedio, esto se hace una vez a la semana, pero en climas cálidos el intervalo es una vez cada 3-4 días. Consumo de agua: hasta 5 litros por planta.
En todas las etapas, intentan regar los tomates desde la raíz. Esto es especialmente importante durante la floración. De lo contrario, los cogollos se caerán y los frutos madurarán más lentamente.
Cuando los arbustos florecen, el volumen de agua se reduce a 3-4 litros por planta.
Uno de los períodos más cruciales. Los tomates se riegan 1-2 veces por semana, gastando de 3 a 5 litros por planta. Es importante evitar el exceso de humedad en el suelo, de lo contrario los frutos pueden desmoronarse o agrietarse.
Durante la formación de tomates, las plantas se riegan abundantemente, hasta 20 litros por 1 metro cuadrado. m. Sin embargo, debes recordar una regla importante.
Con abundante riego en el invernadero, la humedad del aire aumenta: se crean condiciones desfavorables para los tomates. Por tanto, es importante ventilar periódicamente el invernadero.
Los tomates necesitan riego, pero no sólo con agua. Además, los veraneantes aplican diversos fertilizantes destinados a incrementar el rendimiento y la calidad de la fruta (sabor, tamaño, etc.). Para alimentar tomates utilice:
Además de los remedios caseros, los residentes de verano utilizan fertilizantes minerales complejos, que contienen todo lo necesario para los tomates.