Mientras que los veraneantes inexpertos gastan dinero en fertilizantes, los jardineros experimentados sólo sonríen con condescendencia.
Los veraneantes experimentados conocen el secreto que hace que el suelo sea fértil incluso sin fertilizantes.
Los agrónomos y los residentes de verano experimentados creen que el suelo del jardín se puede saturar de nutrientes incluso sin fertilizantes.
Para ello, en su opinión, basta con sembrar una serie de plantas que enriquezcan el suelo con componentes valiosos, incluido el nitrógeno.
Todas las leguminosas pueden clasificarse como cultivos fijadores de nitrógeno. Su peculiaridad es que consumen nitrógeno del aire.
Este macroelemento se fija en las raíces, que posteriormente se convierten en un fertilizante natural para el suelo.
Cuando las plantas alcanzan una determinada etapa de desarrollo, se cortan. El nitrógeno permanece en el suelo y luego pasa a los tomates, pepinos, repollo y otros cultivos que el residente de verano decide plantar.
Hay varias plantas que enriquecerán el suelo con nitrógeno. No se necesitarán fertilizantes minerales si planta:
Algunas de estas plantas aportan beneficios dobles. Por ejemplo, el trébol, la alfalfa y la arveja atraen a las abejas, que brindan una gran ayuda a los residentes de verano.