Las fresas son una baya sabrosa contra numerosas plagas con las que los jardineros tienen que luchar año tras año.
Particularmente astutos son los grillos topo y las babosas, que son capaces de destruir toda la cosecha en un tiempo récord.
En lugar de utilizar productos químicos para controlar los insectos, los jardineros recurren al truco de utilizar tenedores de plástico.
Entonces, para hacer esto necesitarás romper 2 púas ubicadas en el medio de las horquillas.
Clava los cubiertos en la tierra con las puntas hacia arriba y coloca con cuidado la baya en este agujero, como si la colgara de una cuerda.
De esta forma no permitirás que las bayas se pudran (este truco es especialmente bueno para ejemplares grandes que casi siempre yacen en el suelo) y, en consecuencia, las protegerás de las plagas.
Hay buenas noticias para quienes no aceptan el uso de plástico.
Los cubiertos desechables fabricados con este material se pueden sustituir por ramitas viejas y ramitas que parecen una honda.