Muchos desechos orgánicos pueden ir directamente a la pila de abono.
Ejemplos: hojas caídas, té o café bebido, cáscaras de plátano y cáscaras de huevo.
Pero hay algunos tipos de desechos que no querrás que terminen en tu pozo o contenedor de abono demasiado pronto.
Estos residuos son aptos para el compostaje, pero es necesario un tratamiento previo.
El papel grueso puede ir a la pila de abono.
Pero antes de eso, el material debe triturarse completamente. De lo contrario, el proceso de descomposición será demasiado lento.
Lo mismo se debe hacer con el exceso de brotes que se hayan eliminado de árboles y arbustos.
Si las verduras recogidas muestran signos de alguna dolencia, entonces se debe quemar la masa.
Es decir, no se deben utilizar las plantas, sino la ceniza que se obtiene de ellas.
Esta flora debe liberarse del exceso de humedad antes de agregarla al contenedor de abono.
Será suficiente secar al sol durante varios días.
Estas partículas de madera no requieren un "procesamiento" especial.
Pero debes seguir dos reglas importantes. En primer lugar, debería haber poco aserrín. En segundo lugar, es recomendable distribuirlos uniformemente por toda la pila de abono.